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ARDE PARIS

 

 

 

 

 

 

Realizada por René Clément, se basa en la obra "Is Paris Burning?", de Larry Collins y Dominique Lapierre, adaptada por Gore Vidal y Francis Ford Coppola. Se rodó en exteriores e interiores de Paris, con un elevado presupuesto. Obtuvo dos nominaciones a los Oscar y una a los Globo de oro...Producida por Paul Gratz, Y se estrenó el 26-X-1966 en Francia... Es una de mis películas favoritas, no se la de veces que la puedo haber visto, pues soy un amante de todo lo francés y por supuesto de la ciudad de Paris...La acción tiene lugar en Paris y alrededores, con un breve prólogo en el cuartel general de Hitler en Alemania. Cronológicamente abarca del 7 al 24 de agosto de 1944 (18 días). Narra el levantamiento de Paris contra la ocupación nazi, liderado por la Resistencia, 2 meses después del desembarco aliado en Normandía. La acción se hilvana a través de la figura del general alemán Dietrich von Choltitz (Gert Fröbe). La película muestra la crueldad y el carácter devastador de la guerra. El arco dramático viene dado por el nombramiento de Choltitz, las instrucciones directas de Hitler de destruir e incendiar Paris antes de rendirse a los aliados, la decisión de Patton de aplazar la liberación de Paris, la impaciencia de la Resistencia parisina, las dudas de Choltitz y las noticias sobre la reciente destrucción de Varsovia. se diferencia con el comportamiento del mando militar alemán y el salvajismo de la Gestapo. Se explican las pugnas internas de la Resistencia. Se muestran las diferencias entre los mandos aliados, derivadas del propósito de Patton de aplazar la liberación de Paris para acelerar la marcha sobre el Rhin y provocar el final de la guerra. Son escenas memorables la del inhumano embarque en tren con destino a Alemania de más de 2 mil partisanos, la alineación en paralelo al convoy de soldados alemanes, la petición de Himmler del "tapiz de Bayeux", para regalárselo a Hitler, la trampa mortal que la Gestapo tiende a un grupo de estudiantes, la toma de la Jefatura de la Policía, la del Hotel Matignon, las conversaciones de Choltitz con el cónsul sueco Raoul Nordling (Orson Welles) y un sinfín de brutalidades.

 

 

 

 

La música, de Maurice Jarre, incluye un vals como tema principal, de tono épico. Acompaña la Resistencia con melodías marciales, los nazis con tonos patéticos y la Liberación con aires poéticos y triunfales. El tema central fue recogido en la canción "Paris en colère". Interpretada por Mireille Mathieu, obtuvo gran éxito. La fotografía, en b/n, construye una narración de estilo documental, con inclusión de filmaciones de época, encuadres magistrales y movimientos de cámara espectaculares. La última secuencia es en color. El guión combina el intimismo de las personas, emotivos movimientos populares, el realismo de la guerra y humor. La interpretación corre a cargo de un elenco amplio de actores. Destacan Orson Welles, Gert Fröbe, Belmondo, Leslie Caron y otros. La dirección suma técnicas de cine americano con una aguda sensibilidad europea....Desarrolla su acción en 1944, tras el desembarco de Normandía, el ejército alemán mantiene la ciudad de París ocupada, esperando el avance aliado. Hitler da al comandante de la plaza, el general Von Cholitz, una orden tajante: reducir la ciudad a cenizas antes que rendirla al enemigo...."El día más largo", un espectacular filme que narraba, con gran profusión de medios y un gran elenco de actores, el desembarco de Normandía. Dos años después, el director galo René Clement hizo la respuesta francesa, llevando a la pantalla los hechos que llevaron a la liberación de París. El resultado fue "¿Arde París?", una superproducción cuyo mayor atractivo es la presencia de una larga de estrellas del cine americano y europeo...El 23 de agosto de 1944 fue un día dantesco para Dietrich von Choltitz, el gobernador militar alemán impuesto por el Tercer Reich en París. Además de tener que dirigir una defensa desesperada de la capital francesa ante el empuje imparable de los Aliados, sabía que había recibido una orden tan taxativa como desquiciada del mismísimo Adolf Hitler: «Paris no debe caer en manos del enemigo, salvo siendo un montón de escombros». El «Führer» debió pensar que, si la «ville de l'amour» no estaba bajo su mando, no sería para nadie. La idea era hacer saltar por los aires los principales monumentos de la urbe mediante explosivos y cohetes antes de tocar a retirada. Desde la Torre Eiffel hasta la catedral de Notre Dame.

 

 

 

 

Si aquella jornada fue espantosa, el día siguiente se transformó en una pesadilla. Durante la noche del 24, los peores temores de las tropas alemanas afincadas en la capital se hicieron palpables cuando la unidad acorazada del general Philippe Leclerc, arribaron hasta los suburbios de París. Según narró el mismo Von Choltitz, durante la mañana del 25 recibió una llamada de Hitler para hacerle una pregunta: «¿Arde París?». el gobernador militar tuvo el valor suficiente para mandar al «Führer» a la «merde», y, con ello, salvó siglos y siglos de historia. Por desgracia, aquella Notre Dame que sobrevivió a la locura del líder nazi (además de al expolio y a las brutalidades que se vivieron durante la locura revolucionaria del siglo XVIII) no pudo vencer al fuego. Un injusto fuego que calcinó desde la aguja de la torre de la catedral (la cual comenzó a levantarse durante el siglo XII), hasta su techo. El film es fluido e interesante porque habla de aspectos no muy conocidos, como las disensiones dentro de la propia Resistencia francesa, y además lo hace de una forma que huye de todo maniqueísmo fácil, evitando demonizar al invasor alemán, y mostrando a los enemigos con una amplia gama de colores. De hecho el mejor personaje es ese General alemán al que un desquiciado Hitler ordena la total destrucción de París, antes de tener que entregar la ciudad a las fuerzas aliadas. Ese personaje se muestra algo razonable dentro de lo irracional de sus convicciones... (desearía la victoria alemana, pero sabiendo que no va poder ser así, tampoco desea destruir siglos de arte y de historia como le encarga el Führer...). Los americanos tampoco se muestran tan preocupados por "salvar" como por machacar al enemigo alemán. El amplísimo reparto: Orson Welles, Alain Delon, Jean-Paul Belmondo, Kirk Douglas, Michel Piccoli, Anthony Perkins, Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Jean-Pierre Cassel, Leslie Caron, Simone Signoret…

 

 

 

Mucho se ha escrito sobre este episodio, aunque los autores recrean de forma minuciosa los momentos previos a la caída de la capital mediante los testimonios de decenas de supervivientes. No obstante, lo cierto es que el «Führer» ya había hecho referencia mucho antes a la destrucción de la ciudad. Así lo cree, al menos, el historiador Robert Ambelain en su obra «Los arcanos negros de Hitler».es partidario de que la primera vez que habló de ello fue en 1940, poco después de que los Panzer germanos atravesasen la Línea Maginot y tomasen el país en menos de un mes, dijo que aún no sabía si habría o no que destruir París, a fin de que el nuevo Berlín que haría surgir al final de la guerra eclipsara definitivamente a la capital de Francia, explica en la mencionada obra. En todo caso, aquel día se quedó prendado de los principales monumentos de la ciudad y se estremeció ante la vista de la tumba de Napoleón I en los Inválidos. «Ha sido el momento más bello de mi vida», le dijo a su fotógrafo personal. Tal y como afirma Nacho Otero en su artículo «Hitler en París: la 'visita turística' del líder nazi», aquel 28 de junio el «Führer» ya había disfrutado de los Campos Eliseos, la Madeleine, el Trocadero, la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y el Monumento al Soldado Desconocido.

 

 

 

 

Aunque parece que no pisaron Notre Dame, a Hitler le valió con aquella visita (la misma en la que se hizo la instantánea en la que posa junto a sus generales frente a la Torre Eiffel) para enamorarse de la ciudad. «Poder ver París ha sido el sueño de toda mi vida, no puedo expresar lo feliz que soy», le desveló al arquitecto Albert Speer (ministro de armamento). No obstante, dentro de sí entendió que aquella belleza ensombrecería a Berlín y al Tercer Reich. Cuatro años después de su visita turística la situación había cambiado de forma radical. Tras el Desembarco de Normandía, y ya en agosto, los Aliados se hallaban frente a las puertas de París. Si la tomaban, Hitler perdería la ciudad que le había cautivado. Quizá por ello, o por mera locura, decidió dar la orden a Von Choltitz de arrasarla en el caso de que fuera imposible mantenerla bajo el mando del nazismo. Tal y como explica David Soler, autor de varias obras relacionadas con la Segunda Guerra Mundial, en su artículo «¿Arde París?», el «Führer» fue tajante:

 

«Los puentes del Sena deben ser preparados para su destrucción. París no debe caer en manos del enemigo, a no ser como un montón de ruinas».

 

 

 

 

Las teorías sobre cómo planeaba destruir París si los Aliados pisaban la capital se cuentan por decenas. No obstante, parece que su plan se sustentaba sobre tres patas. En primer lugar, los soldados debían hacer estallar los puentes ubicados sobre el Sena que daban acceso a la capital. Después llegarían hasta la urbe las temibles bombas volantes V-2, los novedosos misiles que revolucionaron la Segunda Guerra Mundial  y los proyectiles arrojados por el gigantesco mortero Karl...Era un mortero de asedio de seiscientos milímetros, capaz de lanzar un proyectil a casi siete kilómetros de distancia y que debía transportarse sobre raíles debido a su tamaño. Los nazis izaron para vergüenza de todos los franceses, la bandera con la esvástica en el Arco del triunfo de París. Por si fuera poco, y tal y como señala el escritor Robert Bevan, también estaba planeado hacer saltar por los aires mediante explosivos los monumentos de la capital. El objetivo principal era la Torre Eiffel, símbolo de la ciudad desde que fue levantada en 1887. Sin embargo, también estaba establecido acabar con el Arco del Triunfo, los Inválidos, el Palacio de Luxemburgo, las calles ubicadas en los alrededores de la Plaza de la Concordia o el teatro de la Ópera. El autor afirma en su obra que, por descontado, Notre Dame sería también una de las elegidas para sufrir este triste destino. Según cuentan, cuando los Aliados se hallaban frente a París, un secretario de Hitler llamó en persona a Von Choltitz. La conversación que mantuvo con un ayudante del oficial, un amante de los puros que no había pasado ni un mes en el cargo, ha sido tildada por muchos historiadores como una exageración contada por el mismo germano para caer bien a Francia tras ser capturado.

-«Pero... ¿Arde París?»

 

-«¿Cómo?»

 

-«¿Arde París?»

 

-«Nunca»

 

En efecto, París no ardía, porque Von Choltitz se había negado a destruir la ciudad. Según algunos expertos, por miedo a que sus familiares murieran durante el ataque; según otros, porque sabía que era una idea más que desquiciada de Hiter. La historia le recordará por haber salvado a esta hermosa ciudad. Pero la historia, ha guardado silencio para quienes no somos expertos en la II Guerra Mundial y la campaña francesa. Seguramente si las cosas hubiesen sido de otro modo a Choltitz la historia le hubiese despellejado. Gracias a Nôtre Dame sabemos cual es la respuesta a la pregunta que formularon Lapierre y Collins..... No Hitler no. París no arde, que ni tú ni cien como tú podrán con una ciudad como esta... Y hasta Bogart lo dijo: "Siempre nos quedará París". Como la respuesta ya la sabemos desde el inicio y lo que se trata es de disfrutar de un film que es obra de culto, con momentos excelentes y donde se nota la mano de sus autores literarios y también de sus guionistas: Gore Vidal y Coppola, quienes, junto a el director René Clément, estructuran el film sobre los siguientes ejes principales:

 

 

 

 

 

En primer lugar sobre la figura del general von Choltitz, es la sensibilidad en lucha con la disciplina militar. Una lucha que tiene vencedor desde el mismo momento que recibe la pirómana orden. De ahí su insistencia para que todos los dispositivos de destrucción se activen únicamente por una orden suya y por escrito. La lectura principal de la película es la de que los alemanes, tal vez con la excepción de la Gestapo, no son autómatas robotizados incapaces de apreciar lo bello y lo artístico. Clément explota al máximo el tema de la sensibilidad e incorpora el paradójico regalo al Fuhrer del tapiz de Bayeaux. Paradójico desde el punto de vista de quien ordena destruir la ciudad más hermosa del mundo, Louvre incluido. Por otra parte están, la resistencia francesa, unida en el fin, los parisienses en horas de ansiedad por la inminente venida de las tropas aliadas, las fuerzas franco americanas con sus planes estratégicos que deben ser modificados por la intensidad de la luchas en las calles de la ciudad de la Luz. Y sobre todo ello, una serie de historias personales, a veces duras como la vida misma, porque durante la guerra también se vive, se llora e inevitablemente también se ríe. Se ha hablado de chauvinismo. Puede ser. Sin embargo creo que la película tiene suficiente fuerza como para no necesitar actores y actrices de primer orden, franceses o no. Se agradece encontrase con Orson Welles como cónsul sueco en una gran interpretación o con otros de la talla de Kirk Douglas, Glenn Ford, Alain Delon, Leslie Caron o Belmondo. Pero no se confundan, ellos dan cuerpo y sentimientos a unos personajes y a una historia plenamente conseguida. París, revitaliza el espectador. ¿Enumerar características del filme?...Fotografía excelente, música suprema, dirección magistral, actuaciones esplendidas, magnífica recreación histórica, emotivo patriotismo francés, muy buenas escenas de acción.. Y así indefinidamente. Cada escena, cada diálogo merece la pena. ¿Que puede parecer subjetivo mi comentario? Claro, si no no sería mío.... Recomendable a todo el mundo menos a aquellos que solamente por el sencillo hecho de que de ser en blanco y negro no quieren verla, pero les aseguro que el combinado resulta ser la perfección de las cosas bien hechas.

 

 

René Clément, director encargado de dirigir esta superproducción, rodada completamente en París, no lo tuvo fácil con el general Charles de Gaulle, quien, entre otros obstáculos, no admitió que una sola bandera nazi ondeara en la París liberada  y esto obligó a que la película fuera rodada en blanco y negro, con solo unas imágenes a color. También quería que quedara bien claro que fue la Resistencia francesa y no los ejércitos Aliados los que liberaron a París...Y tampoco quería que se exaltara al Partido Comunista y pidió que se cortara lo relativo a ellos. 

Clément da mayor relevancia a los actores secundarios (Gert Fröbe, Pierre Vaneck, Leslie Caron…) que a los grandes como (Kirk Douglas, Glenn Ford, Alain Delon, Charles Boyer…) el guión escrito por Gore Vidal y Coppola, tiene momentos inolvidables, y no obstante su larga duración -173 minutos- el filme no se hace aburrido en ningún momento, pues, la edición fue bastante fluida con documentales reales y algunos apuntes mordaces… esto hace que la película se convierta en un gran recordatorio histórico que el mundo entero siempre celebrará con alborozo. Queda bien plantado que, el fascismo no debe volver a tener un lugar en el mundo.

 

 

 

En los años 60 del siglo XX se ponen muy de moda las películas sobre la reciente Segunda Guerra Mundial, y este film Clément es un buen ejemplo de dicha corriente.

 

 

 

Con un argumento tan atrayente como éste, y con un reparto de estrellas tan impresionante, es difícil resistirse a ello, es mas, recomiendo su visión, siempre resultará gratificante los afluentes de la historia.

 

 

 

 

 Son tres horas de cine de gran calidad

 

Nunca defraudará, pues ARDE PARIS es una película de culto absoluto.

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